Marcos Ronsano es purasangre barbastrense. Aúna muchas de las virtudes de una ciudad arraigada a su historia y a su carácter, influenciado por escenas de esponsales de reyes, de ferias, de fiestas, y escenarios de feraces huertas, de las íntimas aguas del Vero y de ese somontano que se clava en los ojos para siempre con el verde de los viñedos en lontananza. Esas rutas las recorrió el niño Marcos mientras soñaba cinematográficamente, aspiraba los olores característicos de la tierra y oteaba un horizonte con un destino inefable: la creación.

Tras las primeras etapas educativas, tomó el petate y fue a formarse a la Escuela de Cine de Barcelona. El ojo del séptimo arte le guio por cortometrajes propios, por la contribución a organizar festivales, por las giras de artistas, por el marketing en torno al celuloide con una agencia de Zaragoza. Y en estas cuitas estaba…

La pandemia arrumbó las ilusiones de miles de millones de ciudadanos en todo el mundo, de 47 en España, de unos cientos de miles en Aragón. Encerrar en casa a un creativo es como clausurar en una caseta a un gato en celo. Necesitaba respirar. “Soy una persona muy creativa y tenía que escapar de alguna forma. Cuando alguien creativo acumula mucha información, tiene que explotar”.

A sus escuetos 22 años, Marcos rezuma madurez en su palabra, pausada, reflexiva. Prosigue el relato. “A partir de ahí surgió Tukaos como concepto, esa cara B de las personas que todo el mundo queremos ocultar. Tenemos la cara A, la parte pública, y la B más para familia, amigos, pareja, todo más cercano. Me fui a vivir a Zaragoza y dije que le tenía que dar más fuerza. Me ha gustado el mundo de la moda y no podía ser que se quedara en un concepto. Lo veía como una tienda de ropa, quizás no como una marca. Por x o por y, dije que nunca había hecho ropa, si acaso algún diseño de vestuario. Investigué el mercado, vi que era una locura, carísima, miré los ahorros que tenía”.

La determinación cabalgaba por encima de los recursos, limitados pero suficientes para no romper la aspiración. Miró en su entorno. “Mi vecina es modista de toda la vida y le pregunté si me podía enseñar a coser, que yo le podía ayudar. En noviembre de 2020, empecé a registrar el nombre, compré un dominio…”

Había llegado el momento de exponerse al mercado. “En enero de 2021, empecé a coser y en julio lancé la primera colección, 8 prendas, hice las fotos en Barcelona porque allí está mi equipo. Funcionó bastante bien y salió en prensa importante, algo que no hubiera esperado. La colección está basada en la jet set, y vamos a llevar esa estética varias colecciones. La jet set de los 80 y nos centramos en Marbella, icono de la élite, la gente adinerada, la prensa rosa, los cotilleos, don Jaime de Mora y Aragón, Gunilla von Bismarck…”

Había una conexión entre la marca concebida por Marcos y la ciudad costera malagueña. “Me parecía algo que sí fue un caos para Marbella, que era un pueblo pesquero, vino Jaime de Mora y Aragón y fue un boom. Dinero por todas partes, gente famosa de todos los sitios, los Ángeles, cantantes, artistas, millonarias, exclusivas con las que se ganaba pasta…” Está orgulloso de su irrupción primigenia en el mundo de la moda: Elegance, su primera colección.

UN PERFUME DE VICIO

La inquietud es la secuencia de la curiosidad. No detiene Marcos Ronsano su maquinaria de imaginación y pensamiento. “A raíz del impacto, hace unos meses decidí sacar una especie de marketing olfativo para la marca, que fue diseñar con una empresa murciana el perfume. Decir que tengo un perfume que, cuando el cliente abra la caja, ya tengo hecho uno y vi si lo podía embotellar y vender. Y me dijeron que claro, como si metes agua dentro y lo vendes como perfume. Diseñé el bote que es simple pero tiene su historia. Hace referencia a las petacas de alcohol, las botellas de brandi de cristal tallado, pero este es soplado. Un tape plateado y una inscripción, De Vicio. Para darle un toque más Marbella años 80, la caja es un trampantojo de una caja de tabaco, que en vez de reflejar la leyenda “fumar mata” pone “aspirar causa placer”. De ahí el tema del vicio, esas orgías en Marbella de esos años que se desconocían para el gran público pero la prensa las conocía: las bandejas de coca circulando por ahí…”

El proceso resultó sencillo dentro de la complejidad de una creación. “Hablo con la empresa de perfumería y les explico qué quiero. Quería algo que denotara placer, suscitara el hecho de aspirar la esencia de una persona que te atrae. Ese olor característico de cada individuo que hace que te atraiga. Fue ir hilando por ahí. Quería que tuviera un toque clásico. La esencia top de este perfume es la flor del tabaco, el punto clave. Por eso la cajetilla de tabaco. Es el punto de salida, luego también tenemos esencias de cacao, vainilla y haba tonka (de las más buscadas, muy delicada). Les expliqué el enfoque, que tenía que ser muy exclusiva porque en la marca trabajamos todo de forma exclusiva”.

De hecho, la marca tiene su propia cultura principiada en el textil y prolongada con el perfume. “Las prendas no tienen el mismo patrón. Cada una se crea y diseña para una persona. Nunca es igual. No se recorta de una silueta y ya está. Nuestras modistas crean cada prenda de una manera artesanal. Mide una camisa interior y la plasma en otra, pero no sigue las mismas puntadas, no es un proceso industrial. Es artesanal. Con la colonia quisimos seguir un proceso similar. Quería que fuera único, porque veo toda la gente que no va más allá de la moda. Era lo que quería, algo exclusivo”.

El flujo había de ser coherente. “He querido trabajar con los mejores tejidos del mercado, Gratacós, una famosa firma de tejidos “premium” era entre otras la que utilizaban las modistas más importantes de Barbastro. En una de las charlas con la modista que me enseñó, salió en conversación la gran calidad de Gratacós. A las semanas vino el comercial, vi las calidades y, a la hora de hacer el perfume, fue trasladar esas sedas salvajes,  naturales, muy meticulosas, y plasmarlas en olor. Fue una locura. Me dije a mi mismo: hace un año no sabía coser y ahora estoy sacando una marca de moda adelante, vamos a hacer lo mismo con el perfume”.

EXCLUSIVIDAD

En un visionado entre cinematográfico y comercial, en su pantalla experiencial aparece su ideal de destino de sus productos. “Quiero que sean accesibles. Obviamente, la camisa de seda es la pieza en esta colección, con un coste de 220 euros que, para una persona con poder adquisitivo medio, le parece muy cara, pero es un capricho que se puede permitir. Quiero esto, ¿puedo tenerlo? Sí, pero ahora no es el momento. El público alto es el objetivo y se lo compra sin ningún problema. 220 euros es como si a mí me dieras veinte. Son los que llaman a nuestro número de asistencia en línea, un 902, y también les da igual aunque sepan que tiene un coste. Toda la campaña está montada para una persona con poder adquisitivo alto. La camisa se podría estar vendiendo por 400, 500, 600 sin problema por la calidad del tejido, pero prefiero tener un margen inferior para que sea accesible en un momento determinado para un público medio-alto”.

Distribuye a través de comercio electrónico y físicamente en Spasi by Chaca, la tienda de Olga Chavanel. “Tenemos un número limitado de prendas. Las camisetas Despreocupado y la colonia que se puede probar para saber cómo huele: vas a aspirar cacao, hojas de tabaco, vainilla y haba tonka. El hecho de buscar un distribuidor físico es una forma de acercarse al público a pie y que no sea tanto on line. Tengo que tener algo en Barbastro. Nosotros trabajamos sin stock, no creamos las prendas y las vendemos, sino que cuando las vendemos las creamos. Hay muchas empresas, por ejemplo showrooms, que distribuyen a tiendas más pequeñas, tienen miedo a esto. ¿Y si no llegan las mercancías? No les gusta pagar algo sin saber que está, y lo entiendo. Hay que ponerse en su perspectiva. Llevamos idea de acercarnos a estas tiendas cuando tengamos capacidad económica como marca y empresa y crear un stock fijo. Imagina que digamos que tenemos 500, no se van a vender 500. Tendremos 100. Como está la exclusividad, no quiero 500 personas que se crucen con la misma camisa por una calle de Madrid. Es incompatible, no me gusta, no me interesa”.

Su marca tiene su hilo de relato específico, invariable en su filosofía, innegociable. No se obsesiona con el futuro, aunque baraja crear distintas marcas para otros ámbitos. Sin embargo, “la filosofía de Tukaos es como la de Goyard, la casa de bolsos, maletas y carteras”. A Marcos le fascina el ejemplo de la firma francesa, que en 1998 fue vendida a Jean Michel Signoles después de cinco generaciones de los Goyard. Cuando la adquirió Signoles, tenía sólo una tienda y facturaba 500.000 euros, poco si tenemos en cuenta que la cartera para tarjetas se vendía por 300 euros y el gran producto eran los bolsos de, mínimo, mil euros. Preservó la autenticidad de las técnicas poniendo a dos hijos de la familia fundadora al frente de un taller en Carcassonne, apostó por la personalización y los resultados se dispararon. En 2013 los ingresos anuales de la marca fueron de 41,1 millones de euros, frente a los 1,14 millones de euros de 2000; mientras, los beneficios aumentaron de 18.000 euros a 12,8 millones. Ahora, cuenta con 31 tiendas, 15 de ellas en Asia y 8 en Estados Unidos.

Quiere identificarse en ese paralelismo. “Si quieres comprar, tienes que venir.  Si la marca coge fuerza, puede tener un subidón. A nada que suba la facturación, montaré un taller con modistas. Necesito gente que esté trabajando. Si a mi modista le dijera 300 pedidos, no podría ser, porque una prenda cuesta 8 horas. Tengo una diseñadora en Sevilla, los tejidos en Barcelona, asesores en Madrid y Barcelona y Zaragoza, incluso como asesor a Nacho Lamar, Premio Nacional a la Moda. No tengo nada en Barbastro como tal: mi piso, mi estudio, pero quiero ampliar y tener un sitio donde un artista aragonés, nacional o internacional, venga aquí y se vaya con un traje. Lo más top y cañero en Barbastro. Sería un foco de atención continua”.

Baraja con el Ayuntamiento un proyecto que pondría en el mapa del diseño a Barbastro: “La promoción y exposición de diseñadores que son realmente buenos pero tienen dificultades de recursos. No se necesitan cien mil, ni treinta mil, quizás con cinco mil euros puedes lanzar algo en condiciones, aunque no vas a ser Caprile o Palomo Spain”… de momento.

Marcos Ronsano

Le inspira el ejemplo de Goyard, la prestigiosa firma francesa cuya expansión se sustanció por la preservación de las técnicas de cinco generaciones y la personalización para cada cliente.

“En enero de 2021, empecé a coser y en julio lancé la primera colección, 8 prendas, hice las fotos en Barcelona porque allí está mi equipo. Funcionó bastante bien y salió en prensa importante, algo que no hubiera esperado. La colección está basada en la jet set, y vamos a llevar esa estética varias colecciones. La jet set de los 80 y nos centramos en Marbella, icono de la élite, la gente adinerada, la prensa rosa, los cotilleos, don Jaime de Mora y Aragón, Gunilla von Bismarck…”